martes, 3 de mayo de 2011

DE L0S CINCUENTA AÑOS DE LA FERIA DE SAN MARCOS EN TALAYUELA

Por culpa de la luna, la feria de abril de Talayuela en la que se celebran sus CINCUENTA AÑOS en este municipio, se festejará en el mes de mayo. La Semana Santa va y viene entre marzo y abril por culpa de la luna. Ya desde el Concilio de Nicea, en el año 325, la Iglesia decidió que la Pascua de Resurrección –entonces solo era un día- se celebrase el domingo después de la primera luna llena de primavera. Los judíos se rigen por el calendario lunar y, la Iglesia, queriendo celebrarla el mismo día de la resurrección de Jesucristo, fijó que se celebrase el domingo después del equinoccio de primavera y que se debe calcular empleando la luna llena astronómica, por lo que no será antes del 22 de marzo ni después del 25 de abril.



Ese es el motivo de lo que nos ocupa, aunque al celebrarse San Marcos el día 25 de Abril y trasladarse la feria al fin de semana siguiente, tampoco es tan difícil que se festejen en mayo. Al igual que lo otra Feria de Abril, la de Sevilla, en la que nos miramos, también, este año, se celebra en mayo. Sea como sea, lo cierto es que este año se cumplen los cincuenta años de las Ferias de San Marcos en Talayuela.



En el Diccionario Geográfico Popular de Gabriel Maria Vergara Martín, de 1923, se dice de esta fiesta: “Vente conmigo, morena/ a la feria de San Marcos/ y verás aquel torito/ arrodillado ante el Santo. Esta feria se celebra en un monte de la propiedad del Marques de Miravel, situado en el término de Talayuela, partido judicial de Navalmoral de la Mata, y es una de las ferias más concurridas desde muy antiguo en toda aquella comarca. En el monte llamado de San Benito está el palacio del marqués, y hay una ermita dedicada a san Marcos, cuya efigie se venera”



El día 25 de abril DE 1.961, aparece el siguiente anuncio en el ABC: Debidamente autorizado por la Superioridad. Se celebrará en esta localidad, por primera vez en el año actual, la tradicional feria de ganados denominada de “San Marcos” y la que hasta ahora se celebraba en la finca del mismo nombre de este término municipal. Se cuenta con abundantes pastos, abrevaderos, etc y no se cobrara impuesto de clase alguna. Talayuela 25 de Abril de 1961.



Cincuenta años han pasado ya desde que el alcalde y el marques se reunieran y consensuaran el uno darnos la fiesta y el otro acogerla en representación del Municipio, cuando tantos otros Municipios se la disputaban al Marques. De los dos queda en Talayuela una calle, una al marques de Mirabel y otra al Alcalde Gonzalo Encabo, como gratitud a aquel gesto de generosidad por ambas partes. Después de cincuenta años de ferias y fiestas de Talayuela, ambos dos se merecen el reconocimiento de Municipio o si, tal vez se entiende que, con una calle para ambos, queda saldado ese gesto de generosidad, no se hable más.


Pero con la fiesta de San Marcos, en realidad un poco antes, vino un empujón fuerte al desarrollo del Talayuela. Es como si una transformación y otra hubieran ido andando por el mismo camino y de la mano. Se nos dieron unas famosas Ferias de San Marcos y Talayuela la convirtió en las bulliciosas Fiestas de San Marcos. A las Ferias de San Marcos las acogió un pueblo pequeño y con las Fiestas se desarrolló un pueblo que capaz de acoger en su seno a multitud de personas venidas de fuera que ya son tan de Talayuela como el que más. Talayuela presenta una cara poliédrica que para ser entendida ahora debe ser mirada en sus múltiples variables.


Al terminar de escribir estas letras ya han pasado las FERIAS DE LOS CINCUENTA AÑOS y, al igual que la Nochebuena que se va, nosotros nos iremos y no volveremos mas a celebrar otro numero tan redondo de estas Fiestas de San Marcos en Talayuela.

1 comentario:

  1. El recuerdo que perdura en mi memoria , por encima de todos, de la feria de San Marcos, son las corridas de toros (cuando se celebraban en el campo escolar). El trajín empezaba con la llegada de los camiones y todo se llenaba de tablones y un ir y venir a mi casa, ahora a por un cubo y más tarde a por cualquier otra cosa.
    Recuerdo cuando llegábamos a casa y decíamos: "mamá, hemos visto un maletilla bebiendo en el pilón", y ella se ponía en guardia para darle un bocadillo cuando llegara y a la mañana siguiente (después de haber dormido en alguna de las escuelas que mi padre les ""dejaba"", se acercaban hasta el patio de casa y mi madre les daba un café y un bollo suizo de los que la "tía Aquilina" nos llevaba cada mañana.
    Tambíén recuerdo el tiro al plato y el tiro pichón , y como una vez finalizados, nos recorriamos todo el campo escolar en busca de bolitas (supongo, no lo sé muy bien , que sería la munición empleada), que guardábamos en botes de optalidón....
    Lo que estoy contando, casi queda en el pleistoceno, pero ...es fantástico, casi puedo sentir el olor........

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