sábado, 25 de septiembre de 2010

DE LAS OSCURAS MISERIAS DE LA CONDICION HUMANA ( l )


Los archivos son la memoria de los pueblos que contienen lo que sucedió en los años a los que ya no alcanza la memoria de quienes los habitan ahora. Carpetas llenas de legajos; papeles con trazos de letras ya ilegibles para nosotros; polvo extendido por las carpetas como si quisiera sepultar lo que allí se cuenta. Los archivos sin los archiveros son cementerios de letras, ataúdes con cadáveres, vidas enterradas con vida. Cuando el archivero, quitando el polvo que envuelve la carpeta, se coloca sus gafas, y comienza a leer las letras de aquellos papeles, entonces, el pasado vuelve a ser presente y actual. Los archiveros, o aquellos a quienes les guste el oficio de investigar, traen, para todos los que viven hoy, la vida de los que vivieron ayer. La parte de la vida que quedó reflejada en aquellos papeles, que alguien tubo el acierto de custodiar, y hoy salen a la luz con todas las grandezas y todas las oscuras miserias de la condición humana. Grandezas y miserias que conforman la existencia de ayer y de hoy de quienes somos y vivimos como personas.

Como muchos días, me cale las gafas, comencé a leer y mi animo se agitó. Después de mucho pensar los pros y los contras, decidí que era un dato histórico de Talayuela y había que darle a conocer y que era mejor que la historia se contara así misma y que emergiera la fragilidad de la condición humana de personas que respiraron este aire y se admiraron con la misma luz de estos campos.
En 3 de Junio de 1692.


El fiscal general de este Obispado en la Causa Criminal que sigue contra el Licenciado Domingo Velarde, Presbítero Cura teniente del lugar de la Atalaiuela, sobre la muerte que dio a Juan Durán vecino de la Villa de Serrejón, y demás en los autos conferidos. Digo que con vista de los autos vuestra merced se ha de servir de condenar a dicho reo en las más graves penas que ha incurrido según la atrocidad del delito mandándolos ejecutar en su persona y bienes y se debe hacer por lo general y demás que de los autos resulta y alegado en mis escritos de 7 y 14 de Enero, de este presente año en que me afirmo y digo de nuevo y porque el delito esta probado concluyentemente por la sumaria cuyos testigos tiene dados por ratificados en su petición de 6 de mayo, y así mismo, está probado el dolo y malicia con que cometió dicho delito por las circunstancias que precedieron y por lo menos en la presunción de delito mediante no haberse justificado por la parte contraria cosa relevante que la excluya y coso negado que no hubiese tenido intención actual de cometer dicho delito la tuvo virtual y implícita en llevar arma de fuego muy falsa-como tiene confesado-sabiendo y no pudiendo ignorar el gran peligro que había en llevar dicha arma falsa con que dicho homicidio siempre queda dentro de la esfera de voluntario...de haberse dado por ofendido de haberse quitado el arcabuz dicho difunto y haber cometido el homicidio dentro de tan breve tiempo y menos contra la presunción de delito y mucho menos contra la propia confesión caso segundo cesara dicho indicio y presunción a que se alega la atrocidad del delito con las circunstancias de haberse cometido con arma de fuego y contra un indefenso que cada una contiene en sí alevosía.

Parte de lo cual aun pido y suplico se sirva de condenar a dicho reo en las penas que corresponden a la gravedad de dicho delito por disposición de los Sagrados Cánones y Santo Concilio de Trento que en ejecución efectiva de ellos en su persona y bienes y cosa negada no haya suficiente prueba para imponerle dichas penas ordinarias pido que sea puesto a cuestión de tormento mediante la atrocidad del delito para que se justifique lo que convenga para su merecido castigo y ejemplo de otros = pido justicia.


Rúbrica: Doctor Velázquez/ Agustín Rodríguez

Declaración de Testigos:

En la Villa de Cassatexada veinte días del mes de noviembre de mil seiscientos y noventa y un año para la averiguación de lo contenido en la cabeza de proceso en la hoja antecedente don Joseph de Mera Alguacil mayor de la Corona de la ciudad de Plasencia trajo ante mí, el Notario, a Miguel Cordero de Parra hijo de Juan Cordero de Mateos, vecino de esta Villa...

martes, 21 de septiembre de 2010

EL RIO Y EL PINAR DE TALAYUELA


Al entrar en Talayuela por la carretera de Jarandilla y, una vez que se ha cruzado el río Tiétar, nos damos de bruces con el pinar que, desde mas atrás de la carretera, ya se había anunciado como una gran masa verde. El tronco de sus pinos torcidos y retorcidos nos hace levantar la vista, recorriendo su arrugada corteza, y encontrarnos un verde oscuro en sus ramas y un azul claro, en el cielo que los cobija.


Ya los Reyes Católicos piden que se de raya de fuego al pinar de Hornillo y del Moreno, en la Atalayuela. Otro dato nuevo, encontrado hace poco en el archivo de Simancas, del año de mil cuatrocientos noventa y seis dice que ...el licenciado Francisco de Vargas 'corregidor de Plasencia' tome por acompañado a Francisco de Jerez 'regidor de esa ciudad', a petición de Fernándo de Alcabala, vecino de Jaráiz de la Vera, para que juzguen de los pleitos que éste último tiene pendiente con la citada ciudad de Plasencia sobre el arrendamiento que hizo del pinar del Moreno... Las Ordenanzas de la Ciudad de Plasencia y su tierra obligan a regular que se saque madera de los pinares y a que se cuiden ya que presentan una deficiente conservación ...los pinares de esta çiudad están mui destruidos y perdidos a causa que muchas personas se atreven a los cortar sin liçencia”... “los dichos pinares reciben mucho daño, y los otros montes, a causa de las quemas y talas que en ellos se haçen... y lo dicen en este año que aún ni se ha empezado a cortar la madera para la construcción de la Catedral nueva de Plasencia.

De antaño nos viene la preocupación por el estado del pinar. Allí, entre el rió Tiétar y el comienzo del pinar, se crea una franja de terreno que esta siendo poco aprovechada como espacio público de verano. Ciertamente el agua del rió Tiétar no es el de las gargantas de la Vera; ciertamente hay dificultad en atajar el rió y hacer una piscina natural; ciertamente hay dificultades, pero se podría aprovechar ese espacio y convertirlo en un lugar de actividades nocturnas de verano.

Allí, las noches son más frescas; allí; el cielo tiene un azul que parece un océano frió, donde aparentemente no hay nada, pero que está lleno de vida; aquel espacio tiene aspiraciones de pureza no superficial, no ingenua, y que daría muchas posibilidades de convertirlo en un espacio lúdico nocturno. Cine de verano, mesas de distintos juegos, espacios verdes para la tertulia, parque infantil, mesas de terraza.... que nos aligerara del calor nocturno del verano. Un paseo que, paralelo a la carretera, se pudiera caminar sin peligro desde Talayuela al rió Esa experiencia la han hecho en Roma con el Tiber y toda la ciudad sale a las orillas de ese rió,en las noche de verano. Esto no es Roma, ciertamente, pero tiene posibilidades sin explotar.

jueves, 16 de septiembre de 2010

LA NATURALEZA HUMANA NOS REVELA EL RISTRO DE LO QUE FUIMOS...


Que la naturaleza a veces se revela en breves chispazos y nos devuelve el rostro de lo que hemos sido es evidente y que nosotros, a veces, somos incapaces de reconocernos en ese instante fugaz, también lo es. Las facciones de la cara, oculta bajo multitud de capas de maquillajes, no se hacen presente a los demás más que cuando el agua arrastra, como si fuera una tormenta de verano, todo lo que hemos superpuesto a ella.
Así pasa con el pasado de los pueblo en los que, de vez en cuando, dejan aparecer el sentido oculto de lo que fueron. Así, en esta foto que acompaña el texto, aparece la base de lo que fue el Pilón de Abajo del que la mayoría de nosotros tantos recuerdos tiene y que un día, sin saber por qué, alguien decidió que ya no servia para nada y lo arrasó, llevándose con sus piedras y su agua, tantas vivencias de personas que ese Pilón les hacia presente. Ahora, al limpiar la maleza, o simplemente el aire que se llevo la tierra que lo cubría, ha dejado al descubierto la base de ese Pilón y nos trae a la memoria lo que allí había y lo que allí se vivía.

Dice Pessoa que …como quien vuelve al lugar donde pasó su juventud, consigo, con un cigarrillo barato, regresar entero al lugar de mi vida en que los fumaba. A través del sabor leve del humo revivo todo el pasado…

Ahí aparecen esas señales de lo que fue el Pilón y, con él, han aparecido las señales de lo que un día fuimos nosotros. Tanto costaría reedificarle otra vez como pura gratuidad de adorno para aquellos bloques de cemento y hormigón y que los que pasáramos por allí, nos hiciera latir, nuevamente, el corazón?

Era un caballero / gentil y donoso / de Santa María/ grande fervoroso.
En esta alameda / muy dorada en oro/ la Virgen María/ vino en su socorro.
Pues muy mal herido/ le han dejado lobos/ al pilón bajaban/ de hambre rabiosos.
Al buen caballero/ los lobos hambrientos/ le han hecho corro / de sangre sedientos
Uno de los lobos/ el mas jefe de ellos/ se tiro a morderle/ derechito al cuello.
La sangre le brota/ de la herida el cuello/sus ojos vidriosos/ buscan el remedio.
El buen caballero/ está por los suelos/ con el lobo encima/ oye su resuello.
A Santa María/ invoco primero/ que si no me matan/ seré tu fiel siervo.
Iré a Guadalupe/ caminando solo/ entraré descalzo/ en tu santo trono.
Al mismo momento/ los lobos hambrientos/le han dejado solo/se marchan corriendo.
Se hecha mano al cuello/ y por un momento/ su herida se seca/ oh que gran portento.
Vivas, siempre, vivas/ a Santa María/ le da el caballero/ lleno de alegría.
No hay mayor remedio/ para nuestros males/ que Santa María/ siempre nos ampare.
Oh que gran prodigio/ que gran alegría/ demos gracias todos/ a Santa María.
Oh que gran prodigio/ que gran alegría/ demos gracias todos/ a Santa María.
- Los cuadros que llegaron a Talayuela-

jueves, 9 de septiembre de 2010

DIA DE EXTREMADURA-NOMBRES DE TALAYUELA




Cuando aún resuenan en nuestras mentes los ecos de la gozosa celebración del DIA DE EXTREMADURA; cuando miles y miles de extremeños hemos celebrado este día, quiero hacer un homenaje, a los primemos nombres escritos, conocidos hasta ahora, de los hombres y mujeres que habitaron Talayuela en el año de mil quinientos Es un censo que hacen sus majestades, Doña Juana – la Loca- y Don Carlos, su hijo, para contribuir con ducados a la recuperación de la villa de Fuenterabia – Ahora, Hondarribia, de San Sebastián, y se dan estos nombres de los habitantes de Talayuela, iincluidas las viudas, que dieron ducados, o medios ducados, para recuperar esta villa.


Antón Gil, Alonso Gil, Pedro Percheros, Cristóbal Rivas, Martín…; Juan Lázaro, Gonzalo Lancho, Mari Vidal, la “Corchona”, Francisco Gil, Marcos Torviscoso, Toribio Martín, Salvador Tamborquino, Álvaro Sánchez, porquerizo, Juan Fernández, Alonso Moreno, Bartolomé Sancho, Bartolomé Gómez, el Viejo, Alonso Sánchez, Bartolomé Gómez, el Mozo, Alonso Fernández, Pedro Ronquillo, Pedro Sánchez Blanco, Andrés Gómez, Juan López, Lázaro Martín, Diego Jiménez, Alonso Moreno, criado de Ronquillo, Juan Calero Gómez, Martín Vaquerizo, la viuda de Cristóbal Sánchez, Alonso Sánchez Moreno, Martín Gil, Miguel Fernández, Martín Alonso, Marina Sánchez, Alonso Marcos, Pedro Romero, Juan Moreno, Bartolomé Moreno, Alonso Luís, Francisco Martín Cuchadero, Pedro chico, Pablo Gómez, Juan de Arenal, Salvador Martín, Mingo Luís, Pedro Cuadrado, Francisco Luengo, Fernando Rayos Francisco Gómez, Alonso Parras, Martín Sánchez Sovado, la mujer de Francisco Gómez y tres viudas más ilegibles….Martín Blanco, Gutiérrez Gómez.

El escribano que da fe de ello es Juan de Almaraz y lo hizo el día 21 de Febrero de años del señor de mil quinientos y veintidós años. Firmado Juan de Almaraz.










martes, 7 de septiembre de 2010

EL CORRAL CONCEJO Y LA PLAZA MAYOR DE TALAYUELA

El Corral del Concejo iluminado por un potente foco, desde un mástil subido, ponían, estas noches de agosto, unas imágenes deslumbrantes que ofrecían a la vista una estética borrachera de los sentidos. La luz, desde lo alto de ese mástil, como si fuera una luna que lo iluminara, hacia surgir los sueños de una forma de vida que ya se nos ha ido para siempre pero cuyos valores viven arraigados dentro de nosotros y es por lo que nos continua siempre emocionando ese espacio. El Corral del Concejo iluminado, entre las sombras del Malagón, en esas noches de agosto, nos invitaba a ir mas allá de la realidad de sus formas; nos cogía de la mano para llevarnos a su centro, que es el lugar donde comienzan los sueños y viven las hadas. La magia que desprende el Corral del Concejo nos invitaba a ir mas allá de lo que ve la mirada allí. La seducción es tal, que la imaginación va ganando el terreno, poco a poco, a la cordura de la mente. Allí, en aquel Corral, por los pliegues que formaban la luz y las sombras, cerca del fresno del Malagón, se escapaba el agradecimiento al Ayuntamiento de Talayuela que había hecho posible la recuperación del abandono en que había caído.

Pero había también otras horas de la noche en las que no se podían utilizar esas mismas palabras usadas para el Corral del Concejo y describir con ellas el espacio que nos cobijaba. Allí los elementos parecían estar aislados unos de otros, aun siendo bellos en si mismo, no daban la misma sensación de armonía que el entorno del Corral del Concejo: se trataba de la Plaza de la Iglesia, de la plaza del Ayuntamiento, de la Plaza Real, porque todos esos nombres recibe.

Esta Plaza de la que hablo, es, querámoslo o no, la Plaza Mayor de Talayuela. Seguramente que todos hubiésemos deseado otra, seguramente que no estamos de acuerdo en como es ahora, ni en como ha sido tratada a lo largo de su vida, pero es nuestra Plaza, aquella desde la que se pregonan las cosas más importantes que afectan a todos los que vivimos en Talayuela. Es la Plaza, también, en la que, por una razón o por otra, tenemos que pasar muchas veces y asistir a actos importantes para todos. Así, pequeña para los habitantes que somos ahora, es el testigo silencioso de la aldea que fuimos un día.

En esta plaza hay muchos elementos que sobran en ella y la entorpecen. ¿Que hace allí ese antiestético manojo de cables que, por el aire atraviesa la Plaza, desde la esquina de la Iglesia a la esquina del Ayuntamiento, le cruza por su fachada principal debajo de sus balcones y se escapa por la calle Cardenal Cisneros? ¿Qué hace, en aquel espacio de Plaza Mayor, la base de una fuente, que no lo es, cubierta con césped artificial, poniendo a la vista de todos los que vamos al Ayuntamiento que ni siquiera se concede la gratuidad del agua que alimente unas plantas con flores y césped natural? ¿Qué hace, en la esquina de esa Plaza, una cabina de Teléfonos que, en color azul, contrasta con el blanco del Ayuntamiento, sin intimidad para el que habla y que nos hace participes de la conversación a los que estamos allí sentados, como si fuera una sainete de Teatro? ¿Qué hacen unos bancos de hierros mal colocados, unos mirando hacia la carretera y otros a la base de la fuente sin agua? ¿Y esos coches que pasan por la estrechísima calle del Cardenal Cisneros, en ambas direcciones además, que tienes la sensación de que el espejo retrovisor te va a arañar la espalda al estar allí sentado y el ruido del motor, con el trasiego que hay, se te mete en la cabeza ya para toda la noche? ¿Y esos otros coches aparcados delante de la puerta de la Iglesia, el edificio más antiguo de Talayuela, que estropean la vista de todo el que pase por allí, de día o de noche?

La Plaza Mayor no ha sido bien cuidada, es verdad, y no se han sacado todas las posibilidades estéticas que tiene en sí misma. Si al hacerse la última reforma en el Ayuntamiento hubieran tenido en cuenta el entorno en el que estaba creo que se hubiera ganado más en belleza. Se podría haber hecho unos soportales en los bajos del Ayuntamiento – con los arcos adintelados de las antiguas entradas a los patios de las casas, que se ven en las fotografías antiguas de Talayuela- desde la línea de la esquina de la Casa de los Vizcaíno hasta la calle Cardenal Cisneros, y se habría dado más sensación de amplitud. Al fin y al cabo, en la reforma, para unir en las traseras del Ayuntamiento, la carpintería del señor Antonio, se comieron una calle cuyo espacio se podría haber dejado adelante y bien empleado estaría la perdida de ese espacio público. El Balcón del Ayuntamiento, desde el que Talayuela se asoma a la Plaza, desde el que se hacen los actos más importantes, debería haber sido todo un balcón que uniera las dos ventanas laterales y cuando se saliera a el, para decir las cosas importantes, habría más amplitud. Si se hubiera construido esa balconada, con modelos antiguos de casas de Talayuela – piedra y madera-, se habría ganado mucho en estética permanente de la plaza.

Que los técnicos se tomen en serio el diseño del arreglo de esta plaza, que es, querámoslo o no, la Plaza Mayor de Talayuela. Que se prohíba aparcar en toda la plaza, que se ubique la cabina en otro lugar; que se corten al trafico las dos calles laterales; que se unifique el pavimento de toda la plaza; QUE PONGAN UNA FUENTE DE PIEDRA CON AGUA, en Sorihuela hay buenos canteros; que delimiten todo el espacio con setos de alibrustre desde la esquina del antiguo cuartel, inicio de la calle Cisneros, por toda la acera hasta la esquina de la Iglesia con entradas peatonales; que la decoración vegetal sea de árboles bajos y déjese todo ese espacio para el disfrute de la gente y los actos oficiales. Que se entierre ese manojo de cables…Son ideas que dejo escritas por si alguna vale y si no, no se haga caso a este escrito

Ojala algún día comenzáramos otro artículo en este blog, diciendo: nunca fue más hermosa esta Plaza que cuando el Ayuntamiento la cuidó y la reformó…