¡Ay dolor, dolor, dolor,
Decid, hombres que corréis
¡Ay dolor, dolor, dolor,
La procesión sale de la Plaza Real, se encamina por la calle de y la Virgen de la Soledad, en esa amplia bajada, continúa viendo el desfile de Viernes Santo: Pasos, cirios, caras, admiración por tanta belleza, dolor por tanta pena junta… y el pueblo que canta, que mira y admira, y asimila lo que ve, se santigua; mientras el turista distraído pone flash en su digital y el resplandor le es devuelto de la Imagen a él y queda no sabiendo que hacer.
Todas las calles lo son de Talayuela, pero la calle Los Granados lo es como un poco más, por ser de las más largas y de las de siempre en nuestro pueblo. Allí la luna llena del Viernes Santo refleja su lividez de plata en el rostro de la Soledad. Al pisar la calle de los Granados la Virgen de la Soledad ya se siente en la calle, entre sus vecinos, entre su gente… ¡Ya estas en la calle!, ya la luna de abril le da brillo en el tono violeta de las ojeras; la comisura de los labios y el entrecejo se vuelven mas malvas con esa luz. Ya estas en la calle llenándola con tu soledad, y ahora, a recorrerlas todas, a gritar el consuelo de tu pena. La luz de la luna en la calle los Granados y la de los cirios que llevan los cofrades y el pueblo hacen más hermoso el rostro de La Soledad.
Ay, Virgen de la Soledad,
con negro manto vestida
y las manos sostenidas,
por una inmensa piedad.
Como cada Viernes Santo,
la de los Granados, pisad,
mas no dejéis de mirar,
a los que sufrimos tanto.
No paséis de prisa, madre
No paséis, suplicaremos,
pues, bien sabéis, moriremos,
sin Ti que nos acompañes.
La procesión continua lenta y encamina la calle Ortega y Gaset hacia arriba. Seguramente ese nombre nos dirá poco, (que manía de poner nombres a las calles que nada dicen al pueblo) pero si decimos que es la calle de los muertos, lo sabremos todo. El que no ha pasado esa calle, acompañado del pueblo, con el ataúd de un familiar delante de él, metido en sus soledades, sus dolores, sus miedos y sus esperanzas, no puede comprender la pena de la Virgen de la Soledad procesionando esa calle, con el féretro de su Hijo muerto, delante de ella. Por esta calle tenia que pasar Ella, para recoger las soledades y los dolores de todos los que hicieron este mismo recorrido en el ultimo año. Ya sabemos que cada vez que nos toque recorrer esa calle con un familiar muerto delante de nosotros, sabremos que la Virgen de la Soledad la pasó antes que nosotros y nos acompañará en el sufrimiento y nos dará esperanza.
Y vosotras que miráis
desde estas calles calladas,
ayudad con la mirada,
o con lo que mas podáis
Al Cirineo, buscadme
La verónica y su velo.
Que lo tienda sobre el suelo,
y que su cuerpo descanse
buscad a la Magdalena,
que venga con sus ungüentos,
que hay que enterrar este muerto,
o me moriré de pena.
Que venga Pedro llorando
Buscad al de Arimatea.
Encended pronto una tea
a quien murió perdonando.
Y aquellas santas mujeres,
que piadosas le lloraron.
Su pena, ¿donde dejaron?
Pregúntales si las vieres
La procesión ha llegado a la calle Manuel Más y la torre de San Martín inicia su lamento de campanas pidiendo que regresen el Nazareno, el Santo sepulcro y sus Vírgenes. Tocan a muerto, o a lamentos por la ausencia. Hay ausencias que no se pueden soportar mucho tiempo. Hay ausencias que siempre nos duelen, por breve que sea el tiempo de la separación, hay ausencias que siempre nos están doliendo. Las campañas de la torre de San Martín piden que vuelvan sus Vírgenes, que ya no puede estar más tiempo sin ellas.
Hay que ver bajar la calle Manuel Más; hay que ver la procesión pasar por la Plaza del Quiosco dirigiéndose hacia el templo. Allí las campanas de la Torre se escuchan con más fuerza su lastimero sonido. La Hermana Mayor de la Virgen Dolorosa, Esperanza Ruano Vizcaíno, y la Hermana Mayor de la Virgen de la Soledad, comprenden el lenguaje del sonido de las campanas del templo y dicen, sotovoche, a sus hermanos de Cofradía:
las campanas, pesarosas
nos piden la Dolorosa
y también a La Soledad.
¡Vamos rápido!, ¡proseguid!
no aguantéis el sufrimiento,
que nos provoca el lamento,
las campanas de San Martín
Silencio de Viernes Santo en la Plaza Real…entra la Cruz de Guía, a poco tiempo más llega el Nazareno y la blanca Dolorosa. Llega el Santo Sepulcro y la Virgen de la Soledad. Van entrando los Pasos, uno a uno, en el templo a la vez que las campanas enmudecen su lamento.
Aún queda una ultima mirada de la Virgen de la Soledad. Quienes portan sus andas se giran y la ponen frente al pueblo, frente a su pueblo; a ese pueblo que le ha seguido por las calles de Talayuela. Alguno le pedirá a la Virgen, con sus palabras, que le ayude a su familia ante el tiempo que estamos pasando:
Virgen de la Soledad, echadnos una mano, me cache en la mar.
Esa Virgen de la Soledad no puede entrar en el templo dando la espalda a quienes la han seguido este Viernes Santo. Se ha de girar la imagen para que diga adiós a todos en la Plaza Real; para mirarles por última vez y agradecerles su acompañamiento.
Y al ver entrar en el templo a su Virgen de la Soledad, que de frente a su pueblo entra en el templo, su mirada se les clava en los ojos de los reunidos en la Plaza y ellos les dicen a coro lastimero en su corazón
Cómo vuelves Señora, trasnochada,
traspasada con rayos de la luna.
Entra en casa y olvida tu amargura,
Talayuela a tu manto va agarrada
En estas calles que de frente quedas,
que esta noche tus pies bien han pisado;
en estos corazones que has mirado,
grabada va tu imagen y tu pena.
Cómo vuelves Señora, trasnochada,
bañada por la luna va tu cara,
tu pecho llevas lleno de miradas,
mi vida va en tu alma reflejada
Una vez mas la Virgen, arropada por los hermanos y su cera, vuelta hacia el pueblo que la mira en la Plaza Real, entra lentamente en el templo de San Martín. Desde ahora esperará ella que le devuelvan la visita, en esta sala de audiencias de Dios, que es este templo.
A LOS PRESIDENTES DE LAS COFRADIAS, A LOS COFRADES QUE LAS FORMAS, A QUIEN TRABAJAN POR LA SEMANA SANTA EN TALAYUELA; A TODOS ELLOS MI AGRADECIMIENTO COMO HIJO DE TALAYUELA, A TODOS LES DEDICO ESTAS PALABRAS QUE HAS LEIDO.