viernes, 21 de mayo de 2010

PARA UN COFRADE LA VIDA ES COMO UNA PROCESION...

Para un cofrade la vida es como una procesión de Semana Santa que siempre termina siendo mas corta de lo que se pensaba. Se procesiona el paso que se ve mucho durante poco tiempo, el que dura la procesión, y no se ve todo el trabajo anteriormente realizado. Lo digo esto porque hace ya tiempo venia pensando en escribir algo sobre la cofradía de la Virgen de la Soledad de Talayuela pero todas las cosas, por cortas que nos parezcan, hay que mirarlas con perspectiva para darlas su verdadero valor. Perspectiva y hondura tiene esta cofradía y años de antigüedad le sobran como para erigirse en la mas antigua de todas las que se procesionan en Talayuela.

Era el año de mil quinientos setenta cuando se pusieron las campanas de la torre y el día quince de Julio del año de mil quinientos setenta y uno cuando se bautizó el primer niño en esta parroquia y a quien pusieron nombre Gonzalo y la primera niña la pusieron por nombre Isabel.

Nace esta parroquia de San Martín sufragánea de la de Cuacos. En el año de mil quinientos setenta y uno el papa Pio V, para ayudar a Felipe II en su guerra contra los turcos, le concede que una familia de cada parroquia pague su diezmo al rey para ayudarle a costear esta guerra. En un legajo, en el que se relata los excesos de los que cobraban este diezmo, se dice que “….el Lugar de Cuacos tiene por su anexo al Lugar de la Atalayuela, que es todo una parroquia y una dezmería, y el clérigo que sirve en el dicho Lugar de la Atalayuela, es cura teniente que sirve por el dicho cura de Cuacos y le paga su salario según está dicho…”

No se sabe en que fecha se hizo parroquia propia, libre de la de Cuacos. En el año mil setecientos uno, el alcalde de este Lugar de La Atalayuela es Francisco Trejo y pide que se quede unos días atendiendo esta parroquia, y predicando la devoción del rosario, al Padre Fray Alonso de Villanueva y con cargo a los gastos del Consejo. Estos frailes de san Francisco y san Agustín de los conventos cercanos de Jarandilla y Aldeanueva atendieron esta parroquia mucho tiempo y predicaron la devoción al rosario.


En la Santa Visita que hace el Obispo de Plasencia, Don José González Lazo de San Pedro, en el año de mil setecientos ochenta y tres, la cofradía que tiene mas beneficio es la de la Virgen del Rosario -Virgen de la Soledad- pues tiene a su favor cinco mil seiscientos noventa y tres reales y diecinueve maravedí que el obispo pide que se cobren. Era práctica habitual que las cofradías prestaran dineros a sus cofrades o a los mismos vecinos. Esta cofradía, se anota en esta Santa Visita, ha pagado por dorar de oro el retablo del altar mayor de la parroquia, seis mil ochocientos seis reales. La misma cofradía ha costeado la construcción de los nuevos altares laterales.

La Virgen del Rosario tenía altar propio en la parroquia y en el que se decían las misas que los devotos dejaban en sus testamentos que se habían de decir. En el año de mil quinientos quince, muere Martín Naranjo y deja testado que se digan misas del tercer día en dicho altar de la Virgen del Rosario.

Por lo tanto, viene de muy antiguo la devoción a la Virgen del Rosario, o de la Soledad, en Talayuela. Como en casi los pueblos de alrededor –la Virgen de la Soledad, en Casatejada- esta devoción a la Virgen María ha estado muy arraigada entre las gentes sencillas de nuestros pueblos. La figura de una madre, que se la representa en el mayor misterio del dolor – La Soledad por la muerte del Hijo- que auxilia en los problemas y en las dificultades de una vida diaria muy difícil para todos, era próxima y cercana a las mujeres.

Casi todas las cofradías debían atender los actos de culto y actividades propias de su organización: gastos en misas sufragios por difuntos, adecentamientos de los templos… ha pagado por dorar de oro el retablo del altar mayor de la parroquia, seis mil ochocientos seis reales…Muchas de estas cofradías desempeñaban también una labor asistencial: ayuda en las enfermedades, gastos de entierros, compañía en largas enfermedades…Esa costumbre ha quedado en nuestro pueblo y practicada por las personas mayores de llevar algún presente para el fortalecimiento físico en la enfermedad, o después de una operación; o llevar huevos u otros presentes en gastos extraordinarios de la familia como eran una boda… La pertenencia a la cofradía daba seguridad a las gentes sencillas pues se sentían protegidas frente a la enfermedad o la muerte que suponía unos gastos extraordinarios muy grandes. La mayoría de las personas mayores – y no tanto – pertenecemos a esas asociaciones que previa una cuota anual nos costea los entierros. Estas compañías nacen cuando la cofradía deja de cumplir esa función de protección social sobre sus miembros.

Entonces, como hoy, el funcionamiento de las cofradías se llevaba a cabo por unas cuantas personas que ocupaban los puestos de presidentas y miembros del gobierno de la cofradía. La presidenta o el grupo de gobierno daban la impronta a la cofradía y organizaban actividades muy ligadas a su forma de ser y a su devoción personal.

Con el tiempo estas cofradías comenzaron languidecer y atravesaron momentos difíciles, de casi jugarse su supervivencia, aunque en un pueblo como Talayuela que no tiene una Ermita dedicada a la Virgen que focalizara toda esa devoción mariana de la gente sencilla, esta cofradía de la Soledad, o de las mujeres, expresaba ese ámbito de pasión y de compasión juntas en que se debatía la vida diaria y dura de las familias de Talayuela llevada, fundamentalmente, por las mujeres. También, esta imagen, tan querida, era objeto, en otros tiempos, de donaciones de terrenos y joyas de los devotos que han desaparecido completamente.

Aparecen unos años difíciles para la cofradía de la Soledad que incluso la imagen quedó relegada fuera del ámbito del templo – ya sin altar propio- y solo el tesón de las mujeres de Talayuela sacó de su estado de letargo. Son todas las mujeres que habitan en este pueblo, pero algunos apellidos se podían nombrar por estar de presidentas o en el gobierno de la cofradía de la Soledad. El tesón de todas ellas hizo de esta cofradía una de las mas importantes de Talayuela en la actualidad, al menos en cuanto al numero de cofrades se refiere y siendo solo mujeres. Esta cofradía ya tiene reducida su actuación a la sola Semana Santa, sin ninguna proyección social que sería muy importante redescubriesen todas las cofradías, como un medio privilegiado de educación en la acción social de Talayuela.



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