domingo, 14 de noviembre de 2010

CINCUENTA AÑOS DE LAS FERIAS Y FIESTAS DE SAN MARCOS...

Faltan ciento cincuenta y nueve días, aproximadamente, para que llegue el veinticinco de Abril del año de dos mil once, que como todos los de Talayuela sabemos, días antes, días después, según sea el fin de semana elegido, se celebraran (D.M.) las FIESTAS DE SAN MARCOS. Este año son FIESTAS ESPECIALES, pues se celebran los CINCUENTA AÑOS desde aquel veinticinco de Abril del año de mil novecientos sesenta y uno en que se comenzaron a celebrar las FERIAS Y FIESTAS DE SAN MARCOS, EN TALAYUELA y en el cerro del Cabezo como escenario para el ganado.

Se que es muy pronto aún, pero todo esto, como las fiestas de los buenos cumpleaños, hay que organizarlo con tiempo y que lo que pueda parecer una aparente improvisación esté suficientemente previsto. Sé que hay personas interesadas en colaborar en todo lo que se estime conveniente para que resulten unas FIESTAS ESPECIALES EN SUS CINCUENTA AÑOS pero a quien le corresponda deberá tomar la iniciativa de reunir a las personas o de programar los actos necesarios para que no pase desapercibida esa fecha.

Al cumplirse un año de este blog y de esta página de facebook pensaba cerrar definitivamente, blog y pagina, por pensar que ya ha estado un tiempo prudencial a disposición de los lectores para verter en ellas los datos históricos sobre Talayuela que he creído conveniente publicitar y por estar metido en escribir un libro sobre Doña Juana la Loca.

Al ser una fecha tan redonda la de los CINCUENTA AÑOS DE LAS FIESTAS DE SAN MARCOS, EN TALAYUELA, quiero colaborar, en la medida de mis posibilidades, a la celebración de esta fecha y escribir sobre los caminos que, desde la Plaza Mayor, de Talayuela, salían a los lugares con los que nos comunicaban.


CAMINOS DE TALAYUELA

Venga aquí, amigo, ahora que se acercan los CINCUENTA AÑOS de las Fiestas de San Marcos, se creó entre nosotros el lazo de la amistad fortalecida desde hace un año y, como amigos, caminemos juntos estos caminos que desde aquí salen. En esta plaza sin fuente, de la que nos han secuestrado el encanto del murmullo y la serenidad que da el agua, se la llama Plaza Real desde el año de mil ochocientos veintitrés. Así, pues, amigo, esta Plaza Real es la Plaza Mayor de Talayuela, querámoslo o no. Tal vez no sea la plaza que todos hubiéramos querido pero es desde ella donde se hacen y dicen lo mas importante y que nos atañe a todos. Es verdad que se debería mejorar su estética, que se podrían sacar más posibilidades que ella misma tiene, pero así, como es, pequeña y cercana al Ayuntamiento y la Iglesia de San Martín, es el testigo silencioso de la pequeña aldea que un día fuimos y, para los habitantes de entonces, esta plaza les bastaba.

Quisiera yo enseñarle a usted los caminos que de ella parten hacia los lugares mas cercanos a nosotros. Los caminos siempre nos traen y nos llevan, nos sacan de nosotros y, a la vez, nos acercan a nosotros mismos pues nos hacen conscientes del cansancio de andarlos, de la solidaridad entre compañeros y de la belleza de los paisajes por los que discurren. Cómo en el viaje a Itaca, de Kavafis, al comenzar un camino lo que debemos pedir es no llegar nunca al final, pues la recompensa está en el mismo camino que hacemos, en las sorpresas con que nos vamos encontrando al caminar. Los caminantes solo debemos preocuparnos de andar los caminos, de llevar bien abiertos los ojos y el corazón, ellos, los propios caminos, con sus dificultades, nos van preparando para vivir las mejores aventuras que pudiéramos imaginar.


Mire usted, amigo, los caminos de Talayuela conservan aun las huellas de los pies que nuestros antepasados dejaron al transitaron por ellos; conservan, estos caminos, murmullos de secretas historias que se contaban nuestros mayores al caminarlos y, conservan aun, y quiera Dios que por muchos años, la belleza del paisaje por la que discurren y que admiraron los ojos de los que vivieron antes que nosotros en Talayuela.


Venga y transite conmigo estos caminos por si acaso pudiera yo hacerle participe y comunicarle los secretos que ellos guardan y, en cualquier caso, al caminarlos juntos, pudiera ser que venga yo a conocerle mejor a usted y venga a escuchar aquellos sueños por lo que late su corazón pues, usted y yo, como antes hiciera el conde Arnaldo, hacemos nuestras las palabras de su romance: yo no digo mi canción sino a quien conmigo va.

2 comentarios:

  1. Yo soy de Talayuela y recuerdo cuando la feria de San Marcos se celebraban en una pedanía del mismo nombre,y se desplazaba todo el pueblo de Talayuela a la feria, esta duraban dos o tres dias, incluso el ayuntamiento, yo era pequeña pero tengo muy buenos recuerdos, la forma de locmoción eran distintas, se utilizaban carros,burros y caballos

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  2. gracias por tus comentarios carmen me interesan tus recuerdos de esta fiesta....

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