domingo, 24 de enero de 2010

El terremoto de Haití destruyó el país

El terremoto de Haití destruyó el país y a la vez, levanto oleajes de solidaridad en todos aquellos a quienes la televisión les colocó las imágenes en el salón de estar de su casa. En lo más íntimo de nuestra vida diaria una parte de aquel terremoto nos explotó y se hizo tan cierto su rugido de dolor que no cabía otra posibilidad que la de movilizarse. Los mejores sentimientos del ser humano afloraron en todos y comenzaron a caer nuestras resistencias egoístas como el terremoto había derrumbado los edificios en Puerto Príncipe.

Como en muchos otros lugares, también en nuestro pueblo, se levantó una oleada de solidaridad que esta canalizando el Grupo Solidario de Talayuela. Será el sábado, día treinta, en un maratón que se inicia a las 10 de la mañana hasta las 21 horas. Intentarán, con diversas actuaciones, concienciar sobre la situación en Haití tras el terremoto y recobrar fondos para su reconstrucción tanto de las personas como de los edificios.

La Casa de la Cultura ese día permanecerá abierta y se convertirá, más que nunca, en la casa de todos. Si en su sentido mas originario cultura era el cultivo de la tierra y de ahí pasó a definir el cultivo del ser humano -el ser cultivado en todas sus variables- esa Casa de nuestro pueblo estará cumpliendo, más que nunca, la función para la que fue creada, al posibilitar que nos eduquemos en las actitudes más nobles del ser humano. La Casa de la Cultura, como si fuera un barco sin mar, unirá dos orillas que en ella se acercaran ese día. Dos pueblos hablando un mismo lenguaje, una misma palabra que resonará por encima de la distancia y muchas personas compartiendo la misma estrella de los sueños que une a todos los pueblos: ser un poco mejores.

El pueblo árabe dice que hay cuatro cosas que no vuelven nunca más: una bala disparada, una palabra hablada, un tiempo pasado y una ocasión desaprovechada. No debemos parapetarnos bajo falsos prejuicios y aprovechar el cauce que ha canalizado el Grupo Solidario de Talayuela para que nuestro esfuerzo económico llegue hasta donde deseamos. Se trata, también, de cultivar la solidaridad en todos nosotros como una actitud permanente, porque cuando la Televisión deje de llevar las imágenes de Haití hasta lo más recóndito de nuestra persona, Haití continuara necesitando nuestra ayuda. Y, en cualquier caso, siempre hay mas Haití que la Televisión no publicita.

1 comentario: